La mayoría de personas piensa que no mejora en el gimnasio o lo hace muy lento, pero lo cierto es que no saben cómo medir su progreso.
Eso puede desmotivarte, hacerte creer que tu esfuerzo no vale para nada y abandonar justo cuando empiezas a hacerlo bien.
Para que consigas tus objetivos, te vamos a contar cómo medir tu progreso en el gym y cómo saber si estás entrenando bien.
¡Vamos a ello!
Cómo NO medir tu progreso en el gym
Igual pesarte con frecuencia y mirarte al espejo es lo primero que se te viene a la cabeza.
¡Pues no!
Pueden ser las mejores formas de frustrarte, porque tu peso y cómo te ves frente al espejo cambia incluso por horas.
La retención de líquidos, hinchazón del estómago, lo que hayas comido o, en el caso de las mujeres, el estar con la menstruación, va a cambiar (y mucho), cómo te ves o lo que pesas.
De hecho, ganar masa muscular al principio es normal, ¡Podrías aumentar de peso aunque pierdas grasa en el gym!
Y ojo, el peso con el que entrenas, tampoco es buena medida.
El estado de tu cuerpo cada día cambia y eso depende en gran parte del sistema nervioso (también tu vida, el descanso o la alimentación), así que puede que algún día te sientas más fuerte y eso no quiere decir nada.
Hablando de entrenamiento, progresar en el gimnasio es clave.
Te lo contamos.
Señales de que estás entrenando bien
Si hay algo que va a cambiar tu cuerpo y mejorar tu calidad de vida es mejorar tu rendimiento.
Va a ser lo primero que notarás, incluso antes que los cambios frente al espejo.
Mira estas señales para saber si vas por buen camino:
- Manejas más peso para las mismas repeticiones o puedes hacer más repeticiones con el mismo peso.
- Sientes que eres capaz de esforzarte más en cada entrenamiento, pero tus sensaciones son mejores.
- Te notas más flexible y tardas más en cansarte cuando haces una clase.
- Mantienes o aumentas la cantidad de entrenamientos semanales.
- Te sientes con más energía en el trabajo y tu vida.
- Descansas mejor y te notas más ágil.
Maneras de medir tu progreso en el entrenamiento
Lo más práctico es tener un diario de entrenamiento en el que registres los pesos que utilizas y el nivel de dificultad de tu entrenamiento.
Otra idea muy buena es medir el peso que usas para los movimientos básicos. Así comparas tus niveles de fuerza.
Si no entrenas en la sala, pero haces ciclo indoor mira los watios medios de las clases y las sensaciones.
Y en clases como yoga, tu alineación y la ejecución de los movimientos será tu referencia.
Puede que ahora te preguntes cómo saber si pierdes grasa en el gimnasio.
Cómo medir tu progreso en el gimnasio
Seamos sinceros, aunque no sea tu objetivo principal. a todos nos gusta vernos mejor.
Lo ideal es la plicometría, es decir, medir los pliegues corporales y con eso calcular el porcentaje de grasa.
Pero esto lo hace un nutricionista y puede que tú no tengas acceso a ello.
Así que te contamos cómo puedes hacerlo por tu cuenta.
Mediciones corporales
Sin duda medir tus circunferencias es la manera más sencilla y correcta para ver los cambios en tu cuerpo.
Ten en cuenta hacerlo siempre en las mismas condiciones, mejor si es en ayunas, y combinar esto con el peso corporal.
Perder grasa en el gym puede ser un largo proceso.
De esta manera estarás lo más cerca posible de una imagen objetiva de tu progreso.
Estas son las mediciones que deberías hacerte:
1. Circunferencia del pecho.
2. Circunferencia del brazo derecho e izquierda
4. Circunferencia tres dedos por encima del ombligo.
5. Circunferencia a la altura del ombligo.
6. Circunferencia tres dedos por debajo del ombligo.
7. Circunferencia en la cadera (glúteos), en su punto más ancho.
8. Circunferencia del muslo derecho, en su punto más ancho.
9. Circunferencia del muslo izquierdo, en su punto más ancho.
Puedes registrar estos datos en una libreta y hacer comparaciones cada 2 semanas.
Hábitos y calidad de vida.
Lo más importante es que entiendas que los cambios en tu cuerpo son una consecuencia de lo que haces y de cómo te sientes.
Es en tus rutinas y calidad de vida donde debes poner tu foco.
Estas son señales de que lo estás haciendo bien:
- Mejoras la calidad del sueño.
- La proporción de comida sana que introduces.
- La constancia en tu entrenamiento, tanto en la cantidad de veces que entrenas como el tiempo que lo mantienes.
- Nivel de energía en tu día a día.
- Nivel de humor y autoestima.
Aunque no tienen una medida objetiva, si haces balance y ves que estás mejorando en estos aspectos, créenos, vas por buen camino aunque no hayas bajado la 3 tallas en tu pantalón que te habías propuesto.
Por qué no veo resultados en el gimnasio
Cuando pienses “hago ejercicio y no veo resultados”…
Tatúate esto: las prisas no son buenas.
Es la principal causa de abandono del gimnasio y por la que las personas creen que no consiguen sus metas.
Puede ser por tu genética o por lo que hagas. Hay gente que ve más rápido resultados y otras que tardan más. Pero es seguro que si tienes constancia y haces las cosas bien, tarde o temprano los verás.
Otra razón es que no estés midiendo el progreso o solo dejándote llevar por tu percepción. A veces nos cegamos, pero si miramos objetivamente y te fijas en los puntos anteriores, estamos seguros de que en algo habrás visto mejoría.
Y si crees que estás haciendo todo bien, puede ser que no estés dándolo todo entrenando.
No hace falta sufrir, pero para ver cambios necesitas salir de tu zona de confort.
Eso nos lleva al último punto.
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